John debe tomar una decisión en el andén: liberarse de sus obligaciones y sus adversarios permitiendo que Agathe coja el dinero; o perseguirla, corriendo un gran riesgo, en un esfuerzo por proteger a su hermano, a su padre y a su país.

Se descubre quién es el secuestrador de Edward. John se prepara para una peligrosa acción, como primer paso hacia el asesinato de Cantar Walley, justo cuando el equipo de seguridad de élite de Walley llega a París.

John está más cerca de completar su peligrosa misión, pero ve como todo el asunto corre peligro por culpa de un error infantil. Sus amigos se involucran de un modo sin precedentes y que acarrea graves consecuencias.

Los recientes acontecimientos da a entender una historia que podría revelar los planes de John de asesinar a Cantar Walley, por lo que John toma medidas preventivas y desesperadas, corriendo él riesgos, con tal de crear la ficción de que esa historia ha acabado.

John actúa contra el protocolo estándar, y ello alerta a sus adversarios de su paradero y le obliga a abandonar la identidad de John Lakeman, su tapadera, poniéndolo todo en peligro.

Un día libre inesperado brinda la oportunidad de celebrar una despedida de soltero en el último momento. Todos acaban borrachos. John se entrega por completo a la celebración con su esposa y sus amigos, hasta que llega repentinamente el límite de tiempo para cumplir su misión.

Borracho y drogado, John irrumpe en el complejo de Cantar Walley. Alice considera el costo de traicionar a su suegro para proteger a su esposo. Mientras tanto, Agathe encuentra un poderoso y nuevo aliado.

Se desata un infierno.