El general Mark Naird —líder de la recién creada Fuerza Especial— recibe presiones para lanzar un satélite, pese a las advertencias en contra de los científicos.

El adorado satélite del general Naird está en apuros, y este deberá elegir entre una solución científica bien argumentada y una misión de rescate con un chimpancé.

Mientras el general Naird y el Dr. Mallory se preparan para una conflictiva vista en el Capitolio, Erin conoce a la capitana Ali.

El general Naird se ofrece voluntario para el experimento del hábitat lunar. Entretanto, Erin monta una fiesta y la Fuerza Espacial adopta un nuevo y llamativo look.

Equipados con armas nada amenazantes, los soldados de la Fuerza Espacial liderados por Naird compiten en unos juegos bélicos con sus rivales de la Fuerza Aérea.

Ufano tras su victoria en los juegos bélicos, el general Naird se da de bruces con la realidad: se sospecha que hay un espía en la Fuerza Espacial.

Una empresaria sobreexcitada ofrece a la Fuerza Especial su revolucionario combustible para cohetes. El Dr. Chan le da un curso intensivo de botánica a la capitana Ali.

Toca visita conyugal, y el general Naird tiene todos los sistemas a punto. El Dr. Chan y la capitana Ali comparten coche y el Dr. Mallory trabaja contrarreloj.

A pocos días del lanzamiento, el general Naird sabe que su tripulación no está lista, la capitana Ali busca las palabras perfectas y Erin visita a su madre.

Presionado para que tome represalias contra China, el general Naird se debate con su conciencia. El Dr. Mallory lanza una amenaza inquietante y Erin desaparece del mapa.