Erik es enviado a la única escuela que lo aceptará, el internado Stjernsberg. El concepto de "espíritu de equipo" de la escuela es una estructura opresiva donde los estudiantes mayores intimidan a los más jóvenes. Conoce a la cocinera Marja, que desprecia la violencia en la escuela.

La impaciencia de Erik con la prepotencia del Consejo unida a su lengua afilada, le ha valido su primer castigo: una orden de no volver a casa durante el fin de semana.

Cuando Erik se enfrenta a Silverhielm en un duelo, el primer golpe nos hace retroceder en el tiempo hasta los acontecimientos que provocaron la expulsión de Erik de su antigua escuela.

Con Silverhielm hospitalizado tras la pelea, Erik está convencido de que será expulsado de nuevo, y se prepara para marcharse. En lugar de ello, se materializa una especie de tregua.

Pierre se ha convertido en el saco de boxeo de Silverhielm y su pandilla, amenazando implícitamente a Erik con que vendrán más palizas si participa en los juegos.

Marja encuentra a Erik en el bosque, inconsciente e hipotérmico, y consigue llevarlo de vuelta a la sauna de la escuela, donde por fin se acercan y comparten sus verdades.