Berta y Belén acaban su fiesta con una hamburguesa de queso. Entre bocado y bocado, las amigas rememoran la noche anterior y divagan sobre el amor, los rollos de una noche y la excitación que produce sentirse deseadas.

Belén tiene una cita con un cincuentón que resulta ser el autor de sus libros infantiles favoritos: Estrella Estrellita.

Berta y Belén se enfrentan a sus demonios emocionales en este capítulo muy cercano al documental que expone los miedos y ansiedades de su generación.

Berta y Belén despiertan con una resaca infernal y deciden empezar el día con tres nuevos propósitos: Dar las gracias, pedir perdón y purificarse.

La cosa sería como salir de tu propio cuerpo para dejar de sentir, para no sentir ni dolor, ni sufrimiento, ni ansiedad, ni celos ni envidia ni nada, ser un concepto, como ser eterno, como ser un meme. Si fueras un concepto, ¿qué serías?

Berta y Belén hacen de canguro para las hijas de unas amigas. En el trancurso de una tarde, recordarán su relación con los niños de su escuela y, en especial, con Didac Nadal.

Berta se resiste a volver a casa tras una intensa noche de fiesta y está dispuesta a hacer lo que sea para conseguirlo.

Berta y Belén acuden a una fiesta con gente del cine y el espectáculo. Allí conocerán a un famoso productor que las invitará a su casa.

Berta y Belén invocan al espíritu de Pier Paolo Pasolini en este episodio epifánico.

Toda buena fiesta tiene su after. Episodio final de la primera temporada de Autodefensa.