La temporada alta ha terminado y los guiris abandonan el camping, los campistas deben ganarse el pan lo que queda de año y la perrita Coco podría ser la solución.

Una factura de teléfono móvil de 600 euros supone el despido para Ángel. La visita de Tino a una biblioteca le acabará acarreando problemas con su mujer, Alicia.

Los campistas tienen un nuevo problema común: un inspector de hacienda. Así que se agrupan para evitar que descubra información que pueda utilizar en contra de ellos.

Tino y Alicia no tienen dinero para enviar a Dulce y a Javi a la universidad y la familia debe decidir cuál de los dos seguirá estudiando.

Los campistas convencen al experto de Jorge para que se una a su equipo en un concurso de pesca con un premio de 300 euros.

Surgen tensiones y conflictos cuando aparece una nueva banda de campistas que obliga a los inquilinos a compartir recursos y servicios.

Cuando surge la oportunidad de recuperar su antiguo trabajo, Jorge decide mudarse a Nueva York, pero en el último momento Eli cambia de opinión sobre acompañarle.

Los hombres y mujeres del camping se presentan a un concurso y el premio será unas vacaciones a las Islas Canarias con todos los gastos pagados.

Hans, el nuevo novio de Lola, es víctima de los desesperados campistas cuando se enteran de que es el rico propietario de un hotel.

En un nuevo intento por generar ingresos, los campistas organizan un concurso de bailes medievales. Chus, la líder del grupo derrocha el dinero que Tino les ha prestado.

Aprovechando la ausencia de Sandra, Begoña decide lanzarse a recuperar el cariño de Ángel.

El hijo de Ángel se enamora, por lo que su padre decide darle lecciones sobre el amor. Mientras, Eli busca unos padrinos.

Alicia hace una inversión pero pierde y se queda en banca rota. Ángel dona su semen a Begoña a cambio de dinero para pagar la formación de Sandra.

Jorge vuelve de Nueva York para asistir con Eli a una cita médica, pero se presenta con su nueva novia.

Completamente arruinado, Chema firma un contrato con José Luis y Sonsoles para transferirles la propiedad casi completa del camping.

Chema no puede devolverle a Tino el dinero que le prestó, lo que trunca las vacaciones de la familia. Los campistas proponen un compromiso basado en los cachorros.